Sin embargo hace un tiempo ya que conocí a alguien que me hizo pensar en que hay "algo más" en este Universo. A continuación les cuento algo sobre nuestro Universo, con la esperanza de que se den una idea de cuál es nuestro lugar en éste:
Representación Artística del Origen del Universo |
No quiero hacer un discurso sobre los modelos que existen en la literatura sobre el origen del Universo; sin embargo pretendo exhibir en este espacio que cuando uno está con la persona ideal, el Universo se vuelve más impresionante de lo que ya es, así que hoy intentaré hacer retórica valiéndome de la ciencia.
Hace aproximadamente 13, 700 millones "nació" el Universo. Después de tan violento suceso comenzó el enfriamiento del mismo que permitió la existencia de protones, neutrones y posteriormente de la aparición de los átomos más ligeros. Luego el Universo se enfrió aún más y aparecieron las primeras estrellas; los primeros faros de luz en un infinito callejón oscuro en el que eventualmente apareceríamos nosotros.
La evolución del Universo estaba
en progreso, cada vez más estrellas nacían, se aglomeraban en galaxias, algunas
morían y creaban elementos más pesados; esos elementos que serían la base de la
vida, esos elementos que darían lugar a la existencia de un pálido punto azul
entre la nada, un pequeño punto azul que sería un oscuro y solitario trozo de
roca y metal con una pequeña capa de vida (y haciendo uso de las palabras de
Carl Sagan); ese punto azul sería nuestro hogar, donde vivirían todos los que
amamos y todos los que conocemos; todo ser humano del que escuchaste o pudiste
haber escuchado viviría ahí, en un lugar que sería la cuna de millones de ideas,
de muchísimas religiones y doctrinas económicas; cada cazador y recolector
viviría ahí, cada creador y destructor de civilizaciones viviría ahí al igual
que cada rey y cada plebeyo en la historia; cada pareja de enamorados, cada
madre y padre, cada niño con esperanza, cada político corrupto, cada rockstar, cada santo y pecador de la
historia viviría ahí. Imagina cada río de sangre derramado por algún ambicioso
dictador, imagina las toneladas de hierro forjadas en espadas que dieron muerte
a defensores de la libertad, a delincuentes y a inocentes; imagina cuántos
emperadores y reyes declararon guerras y mataron a millones simplemente por ser
los dueños efímeros de una fracción de un lugar insignificante en el Universo,
un lugar que sería el epicentro de grandes eventos, grandes e insignificantes
ante la magnificencia del Universo, el mismo Universo que nos estaba preparando
para conocernos.
Nosotros comenzamos a existir átomo
por átomo, cada explosión de estrellas daba origen a una pequeñísima parte de
nosotros. Molécula a molécula nos fuimos formando, hasta que por fin por un
acto de amor fuimos independientemente concebidos en el citado punto azul, a
150 millones de kilómetros de una pequeña estrella en una galaxia
insignificante. Después de 13,700 millones de años el universo nos tuvo listos,
y de pronto nos puso frente a frente, para enamorarnos, para hacernos
mutuamente los seres más felices de este pequeño punto azul, y por qué no, quizá los seres
más felices del Universo. Imagina que somos las criaturas más felices del Cosmos,
dos seres que viven en un pequeño planeta cerca de una estrella común y
corriente, en un planeta donde se han originado y extinguido
especies enteras. Pues sí, somos simplemente un conjunto de moléculas
pertenecientes a dos cuerpos que viven en un insignificante planeta junto a una
pequeña estrella. Sin embargo, no hay nada más afuera, en la historia humana no
hemos logrado conocer a nadie más en el Universo, de modo que no somos tan
sólo un arreglo de moléculas y elementos químicos en un insignificante
planeta. Somos un evento importante, somos dos seres que el Universo creó
para estar juntos, somos el resultado de 13,700 millones de años de historia
que convergen en este punto preciso del tiempo. Somos un evento cosmológico, somos un evento en el Universo tan grande y cataclísmico
que nuestro encuentro fue mucho más grande que una colisión de galaxias, fue
tan grande que nuestros corazones permanecerán fusionados brillando con la luz
de mil millones de supernovas explotando en el instante que dura un
suspiro. Así de grande es nuestro amor, así es la vie en rose.
Ludwig
Físico de profesión, divulgador por convicción