Hace
un par de semanas escuché al conductor de un reconocido noticiero radiofónico
en el Estado de Sonora leyendo una nota sobre ciencia. A grandes rasgos decía: científicos han descubierto la supernova más brillante del Universo.
Cuando lo escuché, no dudé de la
veracidad de la información pues comentó que la fuente era el diario El País.
Lo que llamó mi atención fue que el locutor dijo “me encanta dar este tipo
de noticias porque, aunque no les entiendo nada nos dice que hay muchas cosas
por descubrir en el mundo". Lo preocupante no es que el periodista manifieste su
ignorancia sobre temas científicos, de hecho es digno de aplaudir admitirlo.
Sin embargo, con esta situación me vino a la mente que en los últimos meses ha
venido dándose un fenómeno muy particular, entre mis colegas y yo le llamamos
“pseudoperiodismo científico”.
Cierto es que ni mis colegas ni yo somos periodistas profesionales ni pretendemos serlo, simplemente somos personas que desde hace años estamos cerca de la ciencia -de diversas maneras- y estamos conscientes de que hay mucha información real, de fuentes confiables, pero hay mucha que es falsa, no se sabe de qué fuentes viene y sin embargo se divulga.
Cierto es que ni mis colegas ni yo somos periodistas profesionales ni pretendemos serlo, simplemente somos personas que desde hace años estamos cerca de la ciencia -de diversas maneras- y estamos conscientes de que hay mucha información real, de fuentes confiables, pero hay mucha que es falsa, no se sabe de qué fuentes viene y sin embargo se divulga.
Un caso que se me viene a la mente es
el que protagonizó en 2014 el diario Crónica al publicar: “Formula mexicano ecuación que modifica la Ley de la Gravitación”.
El asunto es que algo como una modificación a La Ley de la Gravitación
Universal no se debe tomar a la ligera y antes de publicar algo como tal,
debería consultarse algún experto o quizá, a un periodista que tenga
conocimientos de temas científicos. Así como este hay más casos que se divulgan
sobre todo en redes sociales que no son del todo ciertos; recientemente se
publicó en Excélsior: “Astrofísica mexicana corrige las hipótesis de Hawking”...
y la lista pudiera ser más larga.
No quiero aquí
hacer una apología de cómo deben trabajar o no los periodistas en cuanto a
temas científicos. Simplemente hacer notar que estamos expuestos a muchísima
información y antes de simplemente “compartirla” o peor, creerla, sería
bueno cuestionar la veracidad de ésta. Ya que con el hecho de leer “un
estudio revela que...”, “según científicos...”, no es garantía de verdad
absoluta. Deberíamos preguntarnos ¿científicos de dónde? ¿Cómo estudiaron tal o
cual cosa? o al menos preguntarnos si la fuente que estamos leyendo es
confiable.
Es
importante que seamos conscientes de que muchos blogs o medios digitales
perciben ingresos en proporción al número de usuarios que leen y/o comparten
sus contenidos. Esto puede dar pie a que se abuse de la información o se
divulgue cualquier cosa que sea potencialmente viral, y por lo tanto un buen
negocio. En el futuro cercano daremos algunos consejos sobre cómo detectar
rápidamente una noticia falsa.
Sin más por el momento me despido no sin antes desearles un feliz y sensual día.
Ludwig
Físico de profesión y divulgador por convicción.
Sin más por el momento me despido no sin antes desearles un feliz y sensual día.
Ludwig
Físico de profesión y divulgador por convicción.
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